Hola.
La instancia de taller me pareció muy positiva. Partiendo desde la forma de presentar la ponencia por parte de quienes desarrollan el curso e interactuar con los espectadores, pasando por la instancia de taller y llegando a la respuesta de los estudiantes. Yo concurrí en el turno matutino a la escuela 120.
Como John decía la presentación y la dinámica del curso se fue adaptando a través de las diferentes instancias a lo largo del tiempo. Eso se notó y pudo obtener buenos resultados a la hora de captar la atención y lograr la asimilación de los conocimientos presentados por parte de los espectadores. La forma de presentar el tema realmente logra llegar a los estudiantes y la forma de afrontar imprevistos resulta ser muy adecuada e interesante. Se nota que en el transcurrir de los cursos han adquirido habilidades didácticas.
El momento práctico en el que participaron los estudiantes programando el robot me pareció muy buena. Justamente va de acuerdo con las ideas constructivistas que manejo de "aprender haciendo". Permitió plasmar todo lo teórico visto instantes antes en lo físico que representa el robot Butiá. Además pudieron aplicar muchos conocimientos provenientes de elementos de sus actividades cotidianas o de otras disciplinas que también son parte de la curricular haciendo que el robot no sea tan ajeno a ellos, incluso pudieron hacerse la idea de cómo se podrían materializar los ejemplos antes mencionados en la parte teórica.
La respuesta de los alumnos fue sumamente motivadora para mí, que como futuro docente considero que la motivación es la base que impulsa a cualquier estudiante a enfrentarse a la desafiante resolución de complejidades que representa educarse. Todos los estudiantes se encontraban totalmente atrapados en resolver la actividad propuesta con el robot y poseían las herramientas, estas eran todo lo teórico visto anteriormente. El hecho de poseer las herramientas adecuadas para solucionar las complejidades realmente lograba potenciar la motivación de los estudiantes. Hubieron grupos que extendieron la propuesta planteada y propusieron nuevas formas de programar el Butiá. Me sorprendió la respuesta de los estudiantes cuando se les pregunto si les gustaba la robótica. Todos asintieron afirmativamente y con ímpetu.
En definitiva me pareció una propuesta muy enriquecedora tanto para docentes como estudiantes y poseedora de un potencial enorme para generar motivación. Además de articular distintas áreas del conocimiento impulsando el crecimiento.