La
evolución de la economía global ha estado dominada por un modelo
económico lineal de producción y consumo, en el cual se extraen las
materias primas para la fabricación productos, que luego se venden,
se utilizan y finalmente se desechan como residuos. Este modelo
basado en el consumo, en lugar del uso restaurativo de los recursos,
conlleva pérdidas significativas a lo largo de la cadena de valor, a
nivel económico, ambiental y social. En las últimas décadas se ha
tomado conciencia que los recursos son limitados y que la forma en
que se procesan está dañando severamente todas las componentes del
planeta (suelo, aire, agua y biodiversidad).
Este
cambio de paradigma, que busca reemplazar el actual modelo económico
lineal de extraer-usar-desechar, por un modelo circular, que utiliza
y optimiza los stocks y flujos de materiales, energía y residuos, es
terreno fértil para la generación de innovación, emprendimiento y
nuevos modelos de negocio circulares.