El Estudiante Libre. Órgano de la Asociación de los Estudiantes de Medicina - Año XXX. Nro. 197. Setiembre de 1950 :p 14-15.1 Hospital de Clínicas Universitario: Triunfo estudiantil Fragmentos del discurso pronunciado por el compañero Pablo Carlevaro, Secretario General de la A.E.M. “El estudiantado de Medicina, junto a todas las fuerzas universitarias, celebra alborozado la definitiva conquista de una de sus más ardientes aspiraciones: ¡tendremos un Hospital de Clínicas Universitario! …Y fue así que los argumentos mal intencionadamente constitucionalistas y legalistas empalidecieron hasta perder valor, porque nada hay que pueda oponerse a lo que fue unánime aspiración popular. ...Y lo que fue maniobra sucia y subrepticia de politiqueros, no pudo seguir siéndolo por falta de valentía, cuando hubo que definirse públicamente, en pleno período pre-electoral. …Y muchos de los que ayer nos cerraron sus tribunas, pretendiendo en vano ahogar nuestra voz enérgica, hoy nos las abren como festejantes decididos de lo que ahora también es su “cara aspiración”… …Y todo fue así y no lo olvidaremos, porque olvidar significa desaprovechar una experiencia que es de todos y que deberán conocer bien y tener muy presente las generaciones del futuro, que no podrían perdonar, con sobrada razón, nuestra omisión. Sin embargo, no es esta una victoria exclusivamente universitaria; es,además, y muy especialmente, una gran conquista popular. Y lo es, porque junto a la Universidad la opinión popular reclamó y exigió justicia; y lo es, también por sus seguras consecuencias: La reforma sanitaria del país, cuyo paso abre hoy, triunfalmente, la conquista del Hospital de Clínicas Universitario”. Compañeros: Es esta una gran victoria de la Asociación de los Estudiantes de Medicina. Me cuesta enormemente el proclamarlo así, pues es la Asociación de los Estudiantes de Medicina una institución esencialmente modesta que no sabe de auto ponderaciones. En tal sentido, expreso mis excusas a los compañeros de la lucha por la irreverencia y descortesía de nuestra afirmación. Nuestra proclamación no es para ellos, sino que es el desahogo con que evidenciamos a los escépticos de nuestra lucha, la importancia que ella tiene y las conquistas insospechadas que mediante ella pueden alcanzarse. Generalizando, diría que es el “no” más rotundo que puede darse a los incrédulos de las luchas idealistas que emprenden los estudiantes. Pero, nuestra proclamación, va muy especialmente dirigida a aquellos que calificaría como “activos indiferentes”, es decir: a aquellos que no sólo pecan por su indiferencia, sino que hacen de ella activa y ferviente difusión, contagiándola y propagándola y persiguiendo en su práctica el desprestigio de las instituciones gremiales, tan por encima de su baja actividad”. ...”Frente a las circunstancias que depara la sanción de una ley que no se ajusta exactamente al criterio en que todos concordábamos con respecto al gobierno del Hospital de Clínicas, la Asociación de los Estudiantes de Medicina quiere dejar bien claramente establecido hoy, frente a los compañeros de Odontología y Química, que considera que muy por encima de los textos legales están los compromisos morales, que si juntos estuvimos en la lucha, no habrán de ser las prerrogativas legales la que nos separarán en el futuro”. “…La Asociación de los Estudiantes de Medicina reconoce cabalmente que la responsabilidad que afronta y afrontará es proporcional a la actividad principalísima que desarrolló en esta primera etapa de la lucha. Y porque así lo reconoce, es que exige, como imprescindible garantía de una administración limpia y de un procedimiento seguramente justo y correcto, la representación estudiantil directa en el gobierno del Hospital “Manuel Quintela”. La Universidad está comprometida ante el pueblo y ante sí misma, y no menor compromiso atañe a nuestra entidad gremial. Fe y seguridad tenemos en que la Universidad sabrá cumplir”. …”Es un hecho que sale de lo común el que un gremio entero solicite para sí una tan grande responsabilidad. Menos común es, todavía, que se mantenga firmemente en sus aspiraciones sin retroceder un solo paso en lo andado. Aún menos común, que en ello no persiga otro interés que no sea el beneficio colectivo. Es por eso que en este momento no debemos dejar de decir claramente que, del resultado triunfal de esta batalla, recogemos mucha más responsabilidad que beneficio, lo cual hace que nuestra alegría de hoy tenga el sello clásico del desinterés, carácter común a todas las grandes jornadas estudiantiles. Dejamos establecido hoy, en compromiso o juramento libre y laico que nuestra lucha del mañana seguirá rigurosamente la recta franca definida por nuestros principios de ayer y de siempre”.