Existen multitud de equipos con sistema de energía auxiliar integrado en el acumulador solar, unos buenos y otros malos, normalmente los buenos más caros y los malos más económicos. Cuando en un mercado (constituido por usuarios, instaladores, etc.) no hay mucha experiencia ni de comercialización ni de uso, no se puede autorizar el sistema con carácter general porque se tenderá a productos económicos y sin buen rendimiento. Como soluciones, lo primero debería ser tomar conciencia de esta situación y lo segundo que, para diferenciar los distintos tipos de sistemas, hay que establecer los criterios en base a ensayos y a los conocimientos en el país.