Muy interesante lo de trabajar en el aula con el Butíá.
Realicé una observación en una escuela de tiempo completo donde tenían talleres de informática.
En esa escuela habián dos proyectos:
1) Bebederos muy altos:
Algunos niños no llegaban a tomar agua de los bebederos porque estaban muy altos, por lo tanto, estaban intentando solucionar ese problema con sus Lego.
2) Comedor con mala acústica
En el comedor, donde los niños almuerzan, al estar todos hablando fuerte, no se logra oír bien, por lo tanto tienen que hablar más fuerte para escucharse uno al otro. Esto genera un lugar muy contaminado en el aspecto sonoro.
Los niños que decidieron afrontar esta problemática, estaban en el desarrollo de un robot, que pueda medir el sonido, y cuando este sobrepase ciertos deciveles, se prenda una alarma de atención para que los que se encuentren en el almuerzo bajen el volumen de la voz, intentando convertir un lugar agradable para comer.
La verdad fue muy interesante, y quedé sorprendido.